Los pobres no nos necesitan
Porque tuve hambre, y ustedes me dieron de comer; tuve sed, y me dieron de beber; fui forastero, y me dieron alojamiento; necesité ropa, y me vistieron; estuve enfermo, y me atendieron; estuve en la cárcel, y me visitaron”. Y le contestarán los justos: “Señor, ¿cuándo te vimos hambriento y te alimentamos, o sediento y te dimos de beber? ¿Cuándo te vimos como forastero y te dimos alojamiento, o necesitado de ropa y te vestimos? ¿Cuándo te vimos enfermo o en la cárcel y te visitamos?” El Rey les responderá: “Les aseguro que todo lo que hicieron por uno de mis hermanos, aun por el más pequeño, lo hicieron por mí” (Mt. 25.35-40-NVI).
Hoy el tema del momento en los medios de comunicación esta relacionado a lo que esta sucediendo en todo el territorio de nuestro país peruano (específicamente en el norte y la sierra sur del país) como son los desastres naturales entre ellos los huaicos, inundaciones, derrumbes de quebradas y otros; lo cierto hasta la fecha es que muchas personas desprotegidas y vulnerables por vivir en las periferias y pobreza aisladas de los beneficios de la élite sufren el pecado de ser pobres y de vivir en territorios vulnerables a desastres naturales. La sociedad no se preocupa de ellos, (excepcionando a pocas personas) solamente cuando la última gota ha rebasado el vaso hacemos convocatorias a oraciones y colectas masivas por aquellos damnificados, hacemos llamados a asistirlos en su dolor, precariedad y emergencia producido por nuestra indiferencia, nuestro maltrato al excluirlos al no llamarlos hermanos peruanos en el día a día y no incluirlos en nuestras agendas. Déjenme decirles algo los pobres no nos necesitan, únicamente, con acciones de caridad asistencialista y pasiva en el momento de emergencia, ellos nos necesitan en el día a día; pues, ellos son victimas de la marginación del diario vivir por cuanto no pueden gozar de derechos y beneficios que solo los poderosos tienen, cuando sus hijos no pueden tener una educación de calidad como la que los hijos de los grandes la tiene, como cuando por no tener un apellido difícil y ser chola-o te impide de ser tratado como peruano con los mismos derechos y dignidad de toda persona; como diría M. Mesa que la economía y sociedad informal se hayan excluidas del empleo estable, del ingreso regular, de los sindicatos, de la legislación laboral y del acceso a las instituciones sociales que proveen de tales necesidades básicas como los servicios de vivienda; y añade proponiendo que el reto principal de la democracia latinoamericana es como plasmar una ciudadanía con derechos y deberes compartidos donde la distinción de ciudadanos de primera y segunda clase haya desaparecido (M. Mesa, 2007, p. 175, 179); o como también diría el celebre, ya fallecido, antropólogo peruano José Matos Mar que al Perú se le impone una nueva tarea política de importancia primaria, canalizar constructivamente las fuerzas en marcha y orientarlas hacia un objetivo en común que es la construcción de un orden social más justo y más nuestro en el que las zonas populares y el criollismo convivan igualitariamente (J. Matos, 2004, p. 95). Por esto he llegado a la conclusión de que nuestra indiferencia y exclusión hacia este rostro peruano, también, es responsable de que ellos se hayan asentado en zonas populares, infrahumanas y no actas para la vida ¿Me pregunto cuanto estamos contribuyendo para erradicar esa desigualdad socio-económica de nuestro Perú profundo?
Por otro lado los desastres naturales incontrolables son causados por la contaminación ambiental y el negativo cambio climático que tu y yo ocasionamos todos los días y los más afectados siguen siendo los indefensos y desprotegidos del mundo; a razón de esto Rosa Quispe Goycochea, periodista de la República, ha expresado que en los últimos años el clima en la Tierra ha cambiado de manera drástica, las lluvias se han vuelto más violentas, las sequías más extremas y las temperaturas llegan a sobrepasar sus niveles normales, esto a causa del cambio climático ocasionado por la contaminación ambiental. Añadió que hace algunos años el Tyndall Center de Inglaterra advirtió mediante un comunicado que el Perú sería el tercer país más vulnerable al cambio climático después de Bangladesh y Honduras, debido a los efectos causados por el fenómeno de El Niño y que cómo en el resto del mundo, los que sufren con mayor intensidad las consecuencias del cambio climático son los más pobres (Recuperado el 16 de marzo del 2017 de: http://larepublica.pe/amp/13-02-2015/las-razones-por-las-que-el-clima-parece-enloquecer). Esto nos debería llevar a que hagamos mea culpa ya que nuestra irresponsabilidad ambiental con el planeta está afectando a los menos favorecidos, los pobres, nuestros hermanos peruanos quienes sufren por los deslizamientos de los huaicos e inundaciones perdiendo sus viviendas, bienes y hasta sus vidas, vidas que ahora corremos a socorrer en su desgracia, desgracia que tú y yo podríamos evitar con el trato sostenible del planeta; cómo, el teólogo, Leonardo Boff dijo que el grito de la tierra es el grito de los pobres, pobres que sufren la explotación del capitalismo y el consumismo actual, el cual arrasa con los mas débiles y menos favorecidos de nuestras sociedades.
Ahora es el momento en el que la defensa de los pobres y el cuidado del planeta es tarea de todas-os desde la jefa que trabaja en una oficina hasta la casero del mercado que vende verduras construyendo otro mundo, otro Perú en el que vivir con respeto, igualdad y solidaridad hacia todas-os los peruanos y a la tierra sea el pan de cada día, pues "ellos no necesitan que los recuerdes cuando mas lo necesitan, sino en el día a día". Desde mi percepción este nuevo escenario urge de la Iglesia Cristiana Evangélica Pentecostal nuevos paradigmas de acción misiológica demandando su opción por los pobres, desplazados y menos favorecidos de nuestra sociedad peruana como lo fue en el movimiento de Jesús, el carpintero de Nazaret (Mt. 5:3; Mr. 2: 1-12, 3:35, 10:30; Lc. 4:18, 5:17-26); por ello, el Dr. Darío López ha expresa que la praxis pentecostal tiene como horizonte misionero una liberación integral que hace a los andrajos sociales, ciudadanos plenos; a los sin voz, actores sociales y políticos; a los indefensos, artesanos de la paz; a los oprimidos, pregoneros de la justicia de Dios (D. López, 2008, p. 104). Estos pobres sufren la indiferencia de nuestras visiones individualistas y anacrónicas, ni que decir de nuestros planes de trabajos anuales en los que debería haber sido prioridad la misión de transformación integral en la comunidad con la defensa por la equidad socioeconómica en latinoamérica y la lucha por erradicar las grandes brechas de exclusión (al Dios de la vida doy gracias por mujeres y hombres de Dios, que han sido mi ejemplo, como Ruth Padilla DeBorst, Juan Stam, Samuel Escobar, Darío López, René Padilla, Harold Segura, Oriovaldo Ramos, Pedro Arana, Edésio Sanchez entre otros-as que iniciaron esta revolución eclesial con la noble Fraternidad Teológica Latinoamericana). Por otro lado, también se le exige a la fe Evangélica Pentecostal un discurso teórico-práctico que logre construir un mundo sostenible en relación a la administración ecológica de la creación de Dios como lo fue en el principio con la máxima del Soberano al ser humano de gobernar sosteniblemente la tierra (Gn.1: 26, 28, Dt. 30:15-20). Los pobres no nos necesitan, únicamente, con acciones de caridad asistencialista y pasiva en el momento de emergencia, ellos nos necesitan en el día a día; de esta manera podremos responder al Dr. Rene Padilla quien afirma que la iglesia del Tercer Mundo es una iglesia sin reflexión teológica propia y que carece de una teología que responda a sus propias necesidades (R. Padilla,1986, p. 92, 95). Finalmente deseo culminar este artículo con la reflexión con la que el Dr. Juan José Tamayo verdaderamente nos permite ampliar nuestros horizontes reflexivos de hacer teólogia desde el Jesús de la historia, el teólogo afirma que si la cristología cósmica antigua confrontaba a Cristo salvador con los poderes, tronos y dominaciones divinizados y liberaba a los creyentes del temor generado por dichas divinidades, la cristología cósmica actual ha de confrontar a Cristo liberador con una naturaleza amenazada de muerte por el ser humano y contribuir tanto a la salvación de éste de la desesperación a que se ve sometido como a la protección de la naturaleza del peligro de aniquilación en que está envuelta (J. Tamayo, 1999, p. 35). Pues bien, he aquí una gran tarea por articular a la teólogia Evangélica Pentecostal. Ruego al Dios de la vida que con su Espíritu nos conduzca y dé sabiduría para conducirnos en el tiempo y espacio histórico que nos ha tocado vivir y seamos un fiel reflejo del movimiento que tuvo en proyecto Jesús Nazareno.
Por
Renzo F. Díaz Camacho
Teólogo y activista social
Ahora es el momento en el que la defensa de los pobres y el cuidado del planeta es tarea de todas-os desde la jefa que trabaja en una oficina hasta la casero del mercado que vende verduras construyendo otro mundo, otro Perú en el que vivir con respeto, igualdad y solidaridad hacia todas-os los peruanos y a la tierra sea el pan de cada día, pues "ellos no necesitan que los recuerdes cuando mas lo necesitan, sino en el día a día". Desde mi percepción este nuevo escenario urge de la Iglesia Cristiana Evangélica Pentecostal nuevos paradigmas de acción misiológica demandando su opción por los pobres, desplazados y menos favorecidos de nuestra sociedad peruana como lo fue en el movimiento de Jesús, el carpintero de Nazaret (Mt. 5:3; Mr. 2: 1-12, 3:35, 10:30; Lc. 4:18, 5:17-26); por ello, el Dr. Darío López ha expresa que la praxis pentecostal tiene como horizonte misionero una liberación integral que hace a los andrajos sociales, ciudadanos plenos; a los sin voz, actores sociales y políticos; a los indefensos, artesanos de la paz; a los oprimidos, pregoneros de la justicia de Dios (D. López, 2008, p. 104). Estos pobres sufren la indiferencia de nuestras visiones individualistas y anacrónicas, ni que decir de nuestros planes de trabajos anuales en los que debería haber sido prioridad la misión de transformación integral en la comunidad con la defensa por la equidad socioeconómica en latinoamérica y la lucha por erradicar las grandes brechas de exclusión (al Dios de la vida doy gracias por mujeres y hombres de Dios, que han sido mi ejemplo, como Ruth Padilla DeBorst, Juan Stam, Samuel Escobar, Darío López, René Padilla, Harold Segura, Oriovaldo Ramos, Pedro Arana, Edésio Sanchez entre otros-as que iniciaron esta revolución eclesial con la noble Fraternidad Teológica Latinoamericana). Por otro lado, también se le exige a la fe Evangélica Pentecostal un discurso teórico-práctico que logre construir un mundo sostenible en relación a la administración ecológica de la creación de Dios como lo fue en el principio con la máxima del Soberano al ser humano de gobernar sosteniblemente la tierra (Gn.1: 26, 28, Dt. 30:15-20). Los pobres no nos necesitan, únicamente, con acciones de caridad asistencialista y pasiva en el momento de emergencia, ellos nos necesitan en el día a día; de esta manera podremos responder al Dr. Rene Padilla quien afirma que la iglesia del Tercer Mundo es una iglesia sin reflexión teológica propia y que carece de una teología que responda a sus propias necesidades (R. Padilla,1986, p. 92, 95). Finalmente deseo culminar este artículo con la reflexión con la que el Dr. Juan José Tamayo verdaderamente nos permite ampliar nuestros horizontes reflexivos de hacer teólogia desde el Jesús de la historia, el teólogo afirma que si la cristología cósmica antigua confrontaba a Cristo salvador con los poderes, tronos y dominaciones divinizados y liberaba a los creyentes del temor generado por dichas divinidades, la cristología cósmica actual ha de confrontar a Cristo liberador con una naturaleza amenazada de muerte por el ser humano y contribuir tanto a la salvación de éste de la desesperación a que se ve sometido como a la protección de la naturaleza del peligro de aniquilación en que está envuelta (J. Tamayo, 1999, p. 35). Pues bien, he aquí una gran tarea por articular a la teólogia Evangélica Pentecostal. Ruego al Dios de la vida que con su Espíritu nos conduzca y dé sabiduría para conducirnos en el tiempo y espacio histórico que nos ha tocado vivir y seamos un fiel reflejo del movimiento que tuvo en proyecto Jesús Nazareno.
Por
Renzo F. Díaz Camacho
Teólogo y activista social
BIBLIOGRAFÍA
- D. López, (2008). Pentecostalismo y misión integral: teólogia del Espíritu, teólogia de la vida. Lima: Puma.
- M. Mar, (2004). Desborde popular y crisis de estado: veinte años después. Lima: Fondo editorial del Congreso del Perú.
- M. Mesa, (2007). Paz y conflictos en el siglo XXI: tendencias globales: anuario 2007-2008. Barcelona: ICARIA.
-J. Tamayo, (1999). Diez palabras clave de Jesús de Nazaret. Navarra: Verbo divino.
- R. Padilla, (1986). Misión integral: ensayos sobre el Reino y la iglesia. Argentina: Nueva creación.
- M. Mesa, (2007). Paz y conflictos en el siglo XXI: tendencias globales: anuario 2007-2008. Barcelona: ICARIA.
-J. Tamayo, (1999). Diez palabras clave de Jesús de Nazaret. Navarra: Verbo divino.
- R. Padilla, (1986). Misión integral: ensayos sobre el Reino y la iglesia. Argentina: Nueva creación.
Saludos amigo Renzus, magnífico artículo.
ResponderBorrarMuy agradecido estimado Anthony! Espero sea de ayuda. ¡Un abrazo Tony!
ResponderBorrarInteresante punto de vista mi amigo, y muy cierto que nuestra geografía es muy proclive a padecer estos embates de la naturaleza, pero más cierto aun, es previsible, urge un cambio en la prioridades de la agenda gubernamental y un cambio de actitud de la sociedad frente a los más necesitados que debería reflejarse positiva mente día a día
ResponderBorrarSlds
Así es mi querido amigo Augusto deseo que haya sido de provecho la lectura, te envio un fuerte abrazo!
Borrar