LA MADRE TIERRA ES NUESTRO EDÉN


"La tierra tiene dignidad y es sujeta de derechos" -Leonardo Boff-

Con la victoria de Donald Trump a la presidencia de los Estados Unidos, el horizonte para la humanidad fue desesperanzador, esto poco a poco fue confirmándose con las políticas que empezó a aplicar y revocar en el primer año de su mandato. Una de las más impactantes acciones que realizó fue la de retirarse del histórico Acuerdo de París, donde 195 países acordaron tomar acciones contra el cambio climático; con este hecho no solo da la espalda a la ciencia, ahonda la fractura con Europa y menoscaba su propio liderazgo, sino que ante uno de los más inquietantes desafíos de la humanidad, abandona la lucha (1). El exvicepresidente estadounidense, Al Gore, dijo que sacar a Estados Unidos del Acuerdo de París es una acción que socava la posición de Estados Unidos en el mundo y amenaza con dañar la capacidad de la humanidad para resolver la crisis climática en el tiempo (2). Así cómo Donald Trump, muchos líderes políticos han vendido sus conciencias a los intereses de las industrias y al conservadurismo ideológico negando el calentamiento global, como lo han hecho los líderes religiosos norteamericanos. 

El apóstol Pablo, en su carta a los Romanos afirma que la creación aguarda con ansiedad la manifestación de los hijos de Dios, porque queda la firme esperanza de que la creación misma ha de ser liberada de la contaminación que la esclaviza para así alcanzar la gloriosa libertad de los hijos de Dios. Sabemos que toda la creación todavía gime a una, como si tuviera dolores de parto (3). Pablo, según la concepción del mundo antiguo, otorga a la tierra una voz (una ánima) como la de los humanos, por lo que declara que ella grita y espera, al igual que los demás seres vivos, que la salven del pecado o degradación ecológica a la que la hemos condenado, según el mito cosmogónico del génesis (4). El sentido urgente al que nos convoca este texto -desde una hermenéutica en clave ecoteológica- es a observar la actual degradación de la tierra por nuestra irresponsabilidad ambiental y desde allí releamos el mensaje utópico y liberador de Dios en Jesús, el Cristo cósmico, enviado para redimir a todos los seres vivos (5). Es hora que nuestros discursos dominicales denuncien los mensajes y acciones en contra de la creación, que nos sumemos a los desafíos actuales en conseguir el desarrollo integral y un manejo sustentable de los recursos naturales (6). Que podamos crear en nuestras comunidades de fe ministerios sobre el cuidado del medio ambiente, que seamos las voces de nuestros pueblos andinos y amazónicos que son los más afectados por la contaminación y promovamos iniciativas abiertas a la comunidad en bien de nuestra madre tierra; pues, desde el comienzo las convicciones de la fe han ofrecido a los cristianos grandes motivaciones para el cuidado de la naturaleza y de los más frágiles (7).

Desde Vida Abundante que es una ONG conformada por cristianos(as) que defienden la creación de Dios, promovemos prácticas que sean amigables con la tierra y coherentes con el mensaje bíblico. Quiero recomendarles algunas de ellas, las cuales son posibles vivenciar en cualquier contexto:
  • Siempre que puedas, guarda tus compras en tu cartera o mochila y devuelve las bolsas que te den.
  • Cuando compres en el supermercado, pide que te pongan todo lo que puedan en una sola bolsa, en vez de usar una bolsa para uno o dos productos. 
  • Reutiliza papel en casa y en la oficina, en lugar de usar nuevos.
  • Reduce tu consumo de plástico descartable utilizando una sola botella de refresco. 
  • Reutiliza las botellas de plástico haciendo macetas para cultivar plantas, recipientes o adornos caseros. 
  • Reduce tu consumo de carne de res, considerando que este ganado produce mucho metano que es un gas causante del cambio climático. 
  • Produce tus propios alimentos aprendiendo a cultivar tus plantas en biohuertos, en lugar de consumir alimentos con fertilizantes sintéticos y pesticidas. Estos productos causan el cambio climático. 
  • Recicla tus desperdicios orgánicos haciendo compost, así reducirás tu cuota de desperdicios y producirás tu propio abono. 
  • Reutiliza tus muebles o fabrícalos con restos de muebles usados. Esto reducirá tu huella ecológica. 
Referencias bibliográficas:

1. Recuperado el 16 de Abril del 2018 de https://larepublica.pe/mundo/1047504-donald-trump-gobierna-contra-el-mundo-eeuu-se-retira-del-acuerdo-de-paris

2- Recuperado el 18 de Abril del 2018 de http://cnnespanol.cnn.com/2017/06/01/trump-anunciara-que-ee-uu-se-retira-del-acuerdo-de-paris/

3- Romanos 8,19-22.

4- Génesis 3,17.

5- I. Bradley, (1993). Dios es verde: Cristianismo y medio ambiente. España: Sal Terrae, p. 107.

6- A. Hernández, (2000). El cuidado del medio ambiental. México: Universidad Autónoma del Estado de México, p. 33.

7- Francisco. Vaticano II. Laudato si. 2015.

Renzo Díaz Camacho
Teólogo y activista social.

Comentarios

  1. "GAIA Y EL IMPACTO AMBIENTAL":(continúa..)
    - En vez de usar vasos descartables, llevo mi vaso o taza.
    - Para comparar el pan, llevo la bolsa de tela...
    - Pero, recuerda siempre: recicla, reusar, reutiliza...reduce el uso (...) de plástico.
    Siempre me pregunto: ¿Cuál será mi impacto ambiental en GAIA...?
    ¿Soy una buena administradora de todo orden creado?

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